jueves, 5 de febrero de 2009

Señorita Brenam

Hola, señorita Brenam.
No sé si recordará a un viejo decrépito como yo, pero nos conocimos hace años ha, cuando mi cuerpo no estaba tan achacoso y usted era una joven pizpireta que despuntaba con sus conocimientos de medicina y paleontología.
Mi nombre es Sir Ewan McMiller y soy forense retirado de Scotland Yard, ya que cuento con la venerable edad de 85 años. Tengo la osadía de dirigirme a usted, con la esperanza de que no haya cambiado mucho desde que nos conocimos tan fugazmente... ¿Sigue siendo usted igual de curiosa que hace unos años?.
Si es así, por favor, continúe leyendo mi misiva, si por el contrario está usted agradablemente acomodada y no desea indagar en lo más oscuro de la condición humana, le ruego destruya estas humildes hojas que ahora le envío.
Mi nieto es forense en el distrito policial de Stirling, y como buen nieto y admirador de mi persona, comenta sus casos conmigo. Hasta ahora, todos han sido de borrachos, ancianos o extraños accidentes con ordeñadoras automáticas que amputaban miembros a supuestos caballeros honrados, pero ahora, es diferente.
En un breve lapso de tiempo, se han producido dos muertes extraordinarias en Stirling: la de un desconocido asiático (le adjunto el recorte de prensa https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmTHumpZW2Uc4YBIa4HQdm5IiE4daKRZg89icQJWGHNEDd49IcPhvMOA5C90PjZBXkSfQKiIGiA9aW0zwXtD2Of2vdX3hf1GJDjJOPqglwz1aM9sJ8Rw4o-oKBIMnbOaPZoLRx8FQ8A1E/s1600-h/Proyecto2_Maquetación+1+copia.jpg) y la de un antiguo inspector de Scotland Yard, Arthur C. Fry, encargado del famoso caso de Anna Kingsford.
El crimen del asiático presenta una inusitada violencia que hace imposible su identificación y la otra muerte está rodeada de extrañas circunstancias.
Temo que mi nieto no sea capaz de ver más allá de sus enormes narices, porque con los hechos, la situación de los cuerpos y otras series de deducciones propias, creo que todo lleva a la sombría y acusadora mano de una sóla persona: Aloysius Pryce, millonario, benefactor y a la vez mente perturbada de la comarca.
Le rogaría que pensara en venir a Stirling y ayudar a mi nieto, ya que sus precisos informes unidos a su increíble y exquisita agudez mental, junto a sus conocimientos médicos podrán descubrir al auténtico culpable.
Piense también que tal vez el aire fresco de Escocia sea saludable para su introvertido hermano y que con un cambio de aires tal vez mejore su comportamiento.
Epera ansioso su respuesta:
Sir Ewan McMiller

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