
"No culpable. Tras un largo año de proceso judicial, ése ha sido el veredicto: no se ha podido probar la culpabilidad... ni la inocencia de Jason Green, el mediático ilusionista que antaño llenara teatros y asombrara en programas de televisión con sus trucos imposibles.
Todo comenzó hace un año, cuando en la madrugada del 20 de Enero se escucharon gritos de auxilio en el piso de Anna Kingsford, la compañera de Green en sus espectáculos. Cuando nadie abrió la puerta tras las llamadas de los vecinos, se llamó a la policía, la cual encontró un espectáculo dantesco:
El salón estaba totalmente destrozado, con un extraño símbolo marcado en el parquet y las paredes estaban manchadas con sangre que después se comprobó que eran de Anna Kingsford. No había cuerpo y el piso estaba cerrado por dentro.
Esa misma noche, Jason Green apareció en las orillas del Támesis, desorientado, sin habla y con los brazos llenos de cicatrices. Al tener las ropas manchadas de sangre, se analizaron pero no coincidía con las de la señorita Kingsford.
Durante este año de proceso, no se ha podido demostrar la culpabilidad de Green en el supuesto asesinato de la señorita Kingsford, así como no ha aparecido el cuerpo de la susodicha. Durante el juicio, el señor Green presentó una conducta desordenada, pasando en segundos de una gran arrogancia al mayor de los arrepentimientos, por lo que la defensa quiso argumentar esquizofrenia, conducta que el señor Green no había presentado nunca con anterioridad.
Y ahora, este personaje antes amado por el público, está en libertad. Pese a los fotógrafos que montan guardia en su residencia, se desconoce su paradero actual, pero, esté donde esté, no lo duden, será un peligro para la sociedad. Ándense con cuidado si un día paseando por su vecindario, topan con la conocida cara de Jason Green". THE GUARDIAN, EDICION DOMINICAL
Siempre es mejor cuando salgo al exterior.
ResponderEliminarSiempre es mejor cuando no hay luz.
A 15 respiraciones de tu nuca.
A 15 respiraciones de tu mente.
Si te inmiscuyes demasiado profundo.
Tan solo verás mi reflejo.
Dentro de tu calavera.
Escalando los muros.